A nadie se le puede escapar que tanto la Guardia Civil como la Policía Local hace ya tiempo que desataron una ofensiva brutal contra nuestros bolsillos, traducida en una avalancha de multas por muchos y los más peregrinos motivos.
Por eso se han multiplicado las empresas de gestión de recursos de multas y las consultas a los despachos de abogados con tal de recurrirlas y evitarnos duros varapalos económicos.
Sin embargo, aún queda mucha gente -bastante echada «p’alante», como se suele decir- que prefiere buscarse por sí misma las habichuelas y decide planter sus propios recursos ante la Administración con tal de no pagar.
Por eso, cuando nos encontramos recursos tan bien fundamentados jurídicamente y tan llenos de sentido común con el que nos ocupa hoy, nos planteamos si al final habrá prosperado y, aunque haya sido únicamente por su valor a la hora de plantearlo, esperamos que la autoridad sancionadora haya tenido a bien atender la petición de este ciudadano…