Ya es oficial. Según ha confirmado el propio Bernie Ecclestone, EE. UU. volverá a albergar un Gran Premio de Fórmula 1, en este caso en la localidad texana de Austin y, al parecer, con carácter permanente.
Tras un largo periplo, ciertamente infructuoso por distintos circuitos estadounidenses como Watkins Glen, Long Beach o más recientemente el famoso óvalo de Indianápolis, la cita del «Gran Circo» de la F1 con los EE.UU. acabó por desaparecer en 2007 del calendario oficial, entre otras cosas debido el escaso interés que la Fórmula 1 venía despertando en el país norteamericano.
Lo único que sabemos a fecha de hoy es que el circuito estará localizado, como decimos, en Austin -capital del Estado de Texas- y contará con un superficie de 2,8 kilómetros cuadrados. Será diseñado por el arquitecto favorito de Ecclestone, el alemán Herman Tilke, que cuenta en su currículum, entre otros, los diseños de circuitos como el de Shanghai, Yas Marina en Emiratos Árabes Unidos, Istambul Park en Turquía, el Circuito Urbano de Valencia y el de la Ciudad del Motor en Alcañiz, así como el futuro circuito Jaype Group en la India.
Además, Ecclestone, que es perro viejo en esto de cerrar acuerdos generalmente jugosos para la organización que preside, se ha garantizado la estabilidad en la disputa de grandes premios en EE.UU. ya que este circuito, que tendrá carácter permanente, albergará según lo firmado al menos 10 ediciones, a contar desde la que se prevé sea la primera, en 2012, en una fecha como es lógico aún por determinar.
La última vez que la Fórmula 1 se disputó en territorio norteamericano fue el 17 de junio de 2007, en concreto en el circuito oval de Indianápolis, y el vencedor de la prueba fue el británico Lewis Hamilton seguido de Fernando Alonso, ambos por entonces compañeros en McLaren. Se da la circunstancia de que, precisamente EE.UU. es de los pocos lugares en los que nuestro piloto, actualmente en Ferrari, no ha subido aún a lo más alto.
Lewis Hamilton último ganador en EE.UU. en 2007
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