Peugeot 308 GTI: el retorno de unas siglas míticas


Todavía recuerdo una época mítica, en la que las siglas GTI eran la referencia obligada de la deportividad para la práctica totalidad de las marcas entre finales de los 80 y los 90, de modo que sólo con ver ese distintivo en la trasera del coche, inmediatamente asociábamos ese coche, el que fuera, a la versión más deportiva de la gama.

Sin embargo, y aunque no sé aún bien por qué -supongo que temas de marketing- poco a poco las siglas GTI fueron cayendo en desuso, siendo sustituidos por denominaciones más largas y más rimbombantes (Avantgarde, Sportline, Sportive, etc.)  y que, aun perteneciendo a grandes coches,  desvirtuaron en todo caso aquel espíritu, símbolo inequívoco de deportividad.

En este sentido, Peugeot acaba de presentar el 308 GTi. Se trata de la versión más deportiva del compacto de la marca del León y que, sorprendentemente, sólo se va a fabricar en su versión de 5 puertas, con el fin de hacer no sólo un vehículo de corte más deportivo sino además funcional y apto para todos los públicos.

El Peugeot 308 GTi representa, pues,  lo que el fabricante francés ha dado en llamar una «deportividad domesticada», que facilita el uso y el confort cotidianos a cualquier régimen y alejada de una radicalismo a ultranza pero que permite disfrutar de un máximo de sensaciones cuando el conductor así lo decida.

Pero es que además, y acorde a los tiempos que corren Peugeot ha perseguido una deportividad mucho más respetuosa con el medio ambiente, combinando sabiamente las prestaciones de primer nivel, ajustadas a las siglas GTI, pero con un consumo de sólo 6,9 l/100 kms. así como unas emisiones de apenas 159 g/km de CO2.

La clave está en el nuevo motor 1.6i THP  de 200 CV, el mismo que monta el Peugeot RCZ, juega un papel determinante en la eficiencia de este 308 GTi.

Combinando las tecnologías THP (turbocompresor Twin-Scroll e inyección directa de gasolina), y VTi (elevación variable de las válvulas de admisión y variación de fase de los árboles de levas), junto a la caja de cambios manual de 6 velocidades que monta, ofrece características sorprendentes.

Mientras que su potencia máxima de 200 CV  está disponible entre 5.500 y 6.800 rpm, con un par máximo de 275 Nm constante entre 1.700 y 4.500 rpm, el Peugeot 308 GTi disfruta de consumos y emisiones de CO2 particularmente reducidas e impropias de un coche de su talante deportivo.

Por último, la acústica de este motor se ha trabajado de manera especial en las fases de aceleración gracias al empleo de la tecnología Sound System, de modo que la rumorosidad del motor, tan típica en los motores deportivos, va a desaparecer casi por completo pero las sensaciones que percibirá su conductor no le permitirán en modo alguno olvidar la deportividad de los 200CV que el Peugeot 308 GTi oculta bajo su capó.

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